Nuestra estancia fue realmente agradable. Las habitaciones son limpias y luminosas, proporcionando un gran confort. El personal fue extremadamente amable, brindándonos recomendaciones sobre lugares donde pasear y restaurantes locales. Además, disfrutamos de un jardín hermoso, donde podemos relajarnos en total tranquilidad. La atención al detalle en la decoración de la casa es impresionante, creando un ambiente acogedor que invita a disfrutar.

Lo único que podría mejorarse es el aislamiento del sonido, ya que en ocasiones se oían ruidos de otras habitaciones.

Las habitaciones son limpias y luminosas, lo que hizo que nuestra experiencia fuera muy cómoda.

Lamentablemente, al llegar nos dieron una habitación diferente a la que habíamos reservado. Además, en el baño había un olor molesto que era bastante incómodo. Para colmo, el colchón de la cama no era nada cómodo, se sentía como si estuviera partido en dos.

Ubicación perfecta y desayuno espectacular con vistas.

Una sorpresa en el desayuno

El jardín es un verdadero oasis de tranquilidad. La atención del personal siempre fue cálida y profesional, lo que te hace sentir como en casa. Ser testigo del compromiso del hotel para mejorar es admirable.

El ruido proveniente de otras habitaciones dificultaba el descanso. A veces, el aislamiento no era el mejor, y se podría mejorar el café del desayuno que no se servía recién hecho.

Disfruté de un ambiente acogedor y la atención del personal. La habitación era cómoda y el desayuno incluía productos locales, como buenos quesos. aprecié la tranquilidad del lugar, que permite desconectar completamente. Tuve una experiencia única al estar rodeado de naturaleza y un jardín. No pude quedarme a vivir allí. Además, el hecho de que admitan perros fue un plus, ya que viajé con mi mascota.

Disfruté de la calidez y amabilidad del personal durante mi estancia, especialmente de María y Agus, quienes hicieron que me sintiera como en casa. Sin embargo, noté un olor a humedad en el hotel y el desayuno era un poco limitado. Aunque el trato y las habitaciones eran buenos, hay ciertos detalles a mejorar.

La decoración es hermosa y realmente

crea un ambiente acogedor, perfecto para relajarse. La atención del personal es excepcional, te hacen sentir como en casa. Sin embargo, la limpieza podría ser más rigurosa en ciertas áreas del hotel. En general, una excelente experiencia y muy recomendada para familias.

La habitación era espaciosa, pero faltó insonorización y se escuchaba todo.

Casona Las Cinco Calderas fue una experiencia encantadora. La decoración y el estilo del lugar crean una atmósfera única. El desayuno bufet, con productos locales, me dejó impresionado. Aunque noté que el aislamiento podría mejorarse un poco, la calidez del personal y la atención a los detalles compensan eso por mucho.

Ambiente acogedor y atención excepcional. La habitación era amplia y muy limpia. La ducha tardaba en calentar. A solo 20 minutos de la playa y con un jardín precioso para relajarse.

El lugar tiene un ambiente acogedor, la sala del bar es preciosa para relajarse y el desayuno es abundante y muy rico, con opciones frescas y deliciosas.

Estoy satisfecho con todo.

Nuestra estancia fue maravillosa. La habitación era grande y espaciosa, perfecta para nuestra familia. El jardín que rodea la casa es un verdadero paraíso, lleno de flores, donde los niños pudieron jugar libremente. Además, la atención fue excepcional, con detalles como una botella de agua en la habitación que siempre se agradece.

No encontramos nada negativo significativo.

vivirás momentos mágicos gracias a la calidez del personal y por la energía especial de la perrita anfitriona, Cora, que te recibirá con su amor incondicional

La Casona Las Cinco Calderas nos hizo sentir como en casa. La atención de María y su equipo fue increíble, siempre dispuestos a ayudarnos. Las habitaciones, amplias y acogedoras, estaban decoradas con un gusto impresionante. Y esos desayunos. ¡exquisitos! Además, la tranquilidad del entorno y los jardines nos ofrecieron paz y relajación. Cora, la perrita, fue el toque personal que siempre recordaremos con una sonrisa.

El lugar cuenta con una decoración encantadora y un jardín espectacular, ideal para relajarse. Sin embargo, el ruido de otras habitaciones puede ser una molestia, dificultando el descanso. La atención del personal es profesional, pero el aislamiento sonoro podría mejorarse. A pesar de ello, el desayuno era muy rico y abundante, destacando los sándwiches recién hechos.

La casa es un encanto con detalles cuidados y un ambiente acogedor, ideal para descansar. La atención de María y su equipo hace que te sientas como en casa. Totalmente recomendable.

La ducha calentaba más lento que un caracol tomando un café en la playa.